sábado, 30 de junio de 2018

X

He entendido algunas cosas: que no quiero estar contigo y que te quiero.
Por contradictorias que puedan parecer son ciertas.

miércoles, 27 de junio de 2018

martes, 26 de junio de 2018

Corazón semilla

Existe un ser que habita en el aire.
El viento susurra sus palabras al pasar.
Es elfo de la noche,
con cuerpo de hombre, alma de viejo
y el corazón roto de un niño.
La oscuridad ha teñido su sangre
y siente el impulso de rasgarse las venas
para que salga su pena.
Si solo no le hiciera marear...

¿Dónde dejaste plantada
la semilla de un latido?
Debes regarla con sonrisas y lluvia,
con melodías y caricias de pluma.
Deja que florezca la flor y su fruto
y deja que la gente lo vea y lo cuide
y lo alabe y lo entienda y lo ame.
Deja que sea alimento
para las mentes y los corazones.
No lo guardes, no lo escondas
ni lo secuestres en la melancolía
de la soledad y el aislamiento.
No lo prives de la luz de las estrellas,
pues reflejaría su brillo y sería
lo más bello que he visto.

Eres el sol en las noches sin luna,
eres el canto en los días de lluvia,
eres el verso enganchado en mis pestañas
y el beso que escapa de mis labios al nombrarte.

domingo, 24 de junio de 2018

Legado

Echo de menos tus manos, sostenerlas entre las mías, besarlas, la forma en que me tocan y cómo siempre buscan las mías. Echo de menos tus ojos, la luz de esos ojos verdes y la forma en la que me miras fijamente para que me sonroje y te diga: "¿Qué?" Y tú me respondas: "¿Qué?¿No puedo mirarte?".
Echo de menos el rubor de tus mejillas y tu barbita de pirata. Echo de menos tu sonrisa y la forma en la que te muerdes el labio. Echo de menos tu pelo, cuando te lo apartas de la cara con un gesto de la cabeza o más bien te lo dejas ahí para que sea yo quien con una caricia te lo ponga detrás de la oreja. Echo de menos tu cuello y ese jadeo que haces cuando te muerdo y te pones cachondo. Echo de menos tus acentos, tu fuerza, tu teatro. Tu inconformismo y tu búsqueda constante.
Recuerdo la poesía compartida y hablar de filosofía como esa primera noche. Recuerdo el concierto de rap y cómo me abrazabas por detrás. Recuerdo cómo me sentía cuando estaba contigo y echo de menos a esa yo; feliz, segura, querida... queriendo.

Te echo de menos. Más de lo que me permito admitir. Pero es que todavía no he terminado.

No echo de menos no saber de ti y que no me respondas. Sentir que no me dejas entrar en tu vida, presentarme a tus padres o ir adonde trabajas. No echo de menos que no quieras quedar conmigo o que me dejes plantada cuando lo hacemos. No echo de menos tener que conformarme porque tienes problemas más importantes, aunque lo entienda. No echo de menos que no me digas lo que sientes o lo que piensas, que no hablemos de las cosas importantes. No echo de menos el llanto, no echo de menos el dolor, no echo de menos las rayadas de cabeza.
No echo de menos que me hables de otras chicas ni tener que sopesar la opción de que me engañes. Y no echo de menos el tener que reprocharte todas estas cosas porque no es algo que debería no estar echando de menos. 

Seguirás teniendo mi abrazo, mi compañía y una persona para conversar. Dame algo de tiempo, aún necesito curarme del todo, cicatrizar, recomponerme. Sigo queriéndote en mi vida, aunque no sea de la misma manera. Siguen tentándome esas tardes de quedar. Ya no para follar, pero sí para filosofar.

24 de Junio de 2018

miércoles, 6 de junio de 2018

Pregunta 58 - Felicidad

¿Eres feliz?

Síiii. Ya solo me queda una evaluación para terminar las clases, hace sol, estoy llendo a baile y me han dado una camiseta en la uni negra y pegada que me queda genial. Hoy es un buen día. Aunque todavía me queda todo lo de TV (que también es un trabajazo), ya puedo oler la libertad, las vacaciones y me hace muy feliiiz.
Estoy deseando ver a los petardos y al resto, el hacer la actuación de baile y muchas otras cosas. Diría que voy a aprovechar estas vacas para hacer cosas y avanzar y así, pero sé que luego mucho no ocurre, asique me voy a ahorrar la mentira piadosa y a disfrutar de las vacaciones como me dé la gana!

domingo, 3 de junio de 2018

Mi respuesta

Dejé tu alma al sol, a ver si ardía,
pero a ti las señales no te llegan.
Describes una parábola sujeta
a la gravedad de tu propio argumento.

¿A quién le escribes tus versos, niño?
¿Qué hay de verdad en tus líneas?
¿Pretenden siquiera tener sentido?
¿O son sólo una hiperbólica manifestación
amoldada a la lectura pública?

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Siempre se te ha dado bien pintar palabras.
Inventar un mundo distinto, imágenes en tu cabeza.
Pero eres un Quijote tirado al lado oscuro del espectro.
Que sean los lobos los que aúllen por ti esta noche.

Haz una buena función para tu público,
para tus espectadores, ellos te darán el amor.
A veces los aplausos se oirán como golpes,
pero admitamos que a ti también te gusta el dolor.

No vale la pena escribirte otra línea
y no vale de nada preguntarte.
Quizás tus silencios sean más elocuentes que tus palabras.
Lo dices mejor cuando no dices nada.

Quisiera escribir sobre la tierra en mí, sobre la madre-mujer-creadora de todo  en mí, recuerdos latentes que no son míos  pero me pertenece...