Quisiera escribir sobre la tierra en mí,

sobre la madre-mujer-creadora de todo 

en mí,

recuerdos latentes que no son míos 

pero me pertenecen,

como una historia dormida en mis entrañas

que me hace entender sin saberlo.

Quisiera sentir esa conexión a tierra

desde la altura de mi pecho

a las profundidades que toco con 

las plantas de los pies. Más allá,

no tanto hacia abajo, sino en extensión,

como las raíces de los árboles.

Siento esta tristeza inabarcable

queriendo rebosar de mi pecho,

derramándose sobre las cosas que te rodean,

el aire que respiras, el cielo

y los pasos de la gente.

Y siento esta tristeza más allá de mí,

como si hiciera eco en el mundo 

y me devolviese un reflejo igual de triste.