viernes, 9 de agosto de 2019

A una mujer que llora

Tu tristeza ha encontrado un reflejo en mi interior
y ahora tengo un infierno en la cabeza.
Lloremos juntas y seamos
lágrimas que lloran todas las tristezas
de las mujeres solas y que no se aman a sí mismas.
Traigamos todas las cosas sencillas que nos dan alegría,
todas las plantas, todas las canciones,
todas las conversaciones que calman el corazón.
Todo el vino, todo el sol.

Quiero un acto de amor verdadero,
quiero besar ese espejo,
quiero que tus ojos brillen como putos luceros
que atraviesan el océano de las lágrimas calladas
que comparten nuestros cuerpos.
Quiero darte una caricia en ese corazón de terciopelo.

Tus lágrimas riegan mis lágrimas,
tu fuerza riega mi espíritu.
No pierdas esa inocencia, ese brillo,
que irradia desde dentro, por favor.

Te quiero, aunque no me conozcas.
Tienes sol en el pecho y luna en tu interior.
Eres bella cuando tu corazón canta y aún más
cuando muestras tus pedazos imperfectos,
tu humana forma real.

Quiérete, niña. Mujer del universo.
Quizás nuestro amor irradie a los corazones
de todas las lágrimas gemelas
que nos acompañan en el mundo.

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