martes, 11 de diciembre de 2012

Doña Pilar (Serranilla)



Un buen caballero rubio   iba camino a la villa,
con noble porte montaba   una brillante silla.
Hasta llegar al pueblo   quedaba solo una milla,
pero desde ese punto   no observó gran maravilla.

Por el lado del camino   vió el jinete un juglar
y por lo que parecía   era este su cantar:
"Érase que se era   en la Villa del Cañar
una serrana muy fea   llamóse Doña Pilar
que a todos los hombres pedía   un impuesto por pasar
por la villa de la hija   de la madre de Pilar.

Y ahora escucha mi consejo   para finar mi cantar,
huye ahora que puedes   antes de te la encontrar."

Y el rubio jinete   de brillante armadura
dióle la vuelta   a su negra montura
para por otro camino   seguir su andadura
sin tener que pasar   por la horrible aventura.

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Quisiera escribir sobre la tierra en mí, sobre la madre-mujer-creadora de todo  en mí, recuerdos latentes que no son míos  pero me pertenece...