Te vas Alfonsina con tu soledad,
qué poemas nuevos fuiste a buscar
Dime por qué
sigo llorando.
A veces el viento enfría
mi cara donde está mojada.
A veces el agua de la ducha
lo disimula.
A veces estoy en la cama
y no tengo escapatoria.
Estoy intentando, y consiguiendo
(como si hubiese más remedio)
sentir.
Creo que si lloro suficiente
dejará de doler.
Todo este amor se irá deshaciendo
poco a poco,
como vuelve a absorber mi piel
el agua de las lágrimas.
Y poco a poco volver
a algo diferente,
a vivir sin pensar en ti,
sin estar triste de fondo.
Y te vas hacia allá como en sueños
dormida, Alfonsina, vestida de mar
No aparezcas en mis sueños,
¿por qué sigues aquí?,
deja de dolerme,
déjame.
Quisiera negarte, rechazarte,
sentirme fuerte.
No puedo a veces con esto.
Y luego la vida sigue. Y sí puedo
Pero hay días que estoy muy triste.