He visto el vestido más bello del valle
con hilo bruñido de oro en el talle,
con lazos azules de lana de cielo
y encaje de juncos que juntos fruncieron.
jueves, 25 de octubre de 2018
miércoles, 17 de octubre de 2018
jueves, 4 de octubre de 2018
Habitante
Después de tanto tiempo, de tanta tinta; aún pienso en ti. Ya no te escribo, porque ya no desgarras la piel, solo te siento arañar de vez en cuando desde dentro. Y la tinta ya no es sangre y ya no es lo mismo.
Ahora que el dolor está enmudecido y solo es un zumbido sordo, es cuando puedo reflexionar y aprender también de los errores que yo cometí. Dejar de hacerlo todo sobre ti y sacar algo para mí de ello. No sé exactamente adónde voy con todo esto. Quería escribirte algunas palabras simplemente. Quizás mejor aquí que un mensaje real llegando a tu móvil. "Cómo estás". Vete tú a saber dónde desembocaría eso. No, es mejor así.
Intenté escribirte una carta por tu cumpleaños, sabes? No salió como quería. No podía evitar que se filtraran las preguntas que tenía pendientes. ¿Por qué? ¿En qué momento? ¿Alguna vez?... Cuando yo solo quería decirte que tienes algo maravilloso dentro y que lo canalices hacia algo bueno. Tampoco sé si yo me creo eso ya. Te estaría mintiendo a ti igual que me miento a mi misma. Porque la verdad de tus mentiras finalmente ha calado a través de los disfraces y ya no he podido ignorarla más. De todas formas, de qué vale escribirte. Si quién soy yo para decirte cómo debes vivir, qué es lo que tienes que hacer, cómo eres tú. Quién soy yo para decirte otra palabra. Después de todo lo que ya se ha dicho, después de todo el daño que se ha hecho.
Recuerdo que una vez me pediste un poema y un dibujo. Pensé en ponerlos en la carta. Quizás ese boceto que te hice, con las cosas que quedaron pendientes por hacer antes de perdernos escritas en el dorso. O quizás un dibujo nuevo, uno de verdad. Pero mirarte por mucho tiempo hace que me duela el estómago ahora. Y los poemas... Tengo algunos cuantos por aquí que son para ti, pero tampoco sería justo. Al fin y al cabo dicen más sobre mí que sobre ti y no me parece necesario hacer más daño.
No puedo evitar dejar la vía libre. Por si algún día se te ocurre que quizás podrías explicarme alguna de las cosas que pasan por tu mente. Supongo que siempre intentaré entenderte (es parte de tu encanto). No siempre.
Serás habitante de mis recuerdos y mi corazón. Sólo espero que dejes pronto de intentar tirar abajo las paredes y duermas.
(¿tiene esto algún sentido?)
Ahora que el dolor está enmudecido y solo es un zumbido sordo, es cuando puedo reflexionar y aprender también de los errores que yo cometí. Dejar de hacerlo todo sobre ti y sacar algo para mí de ello. No sé exactamente adónde voy con todo esto. Quería escribirte algunas palabras simplemente. Quizás mejor aquí que un mensaje real llegando a tu móvil. "Cómo estás". Vete tú a saber dónde desembocaría eso. No, es mejor así.
Intenté escribirte una carta por tu cumpleaños, sabes? No salió como quería. No podía evitar que se filtraran las preguntas que tenía pendientes. ¿Por qué? ¿En qué momento? ¿Alguna vez?... Cuando yo solo quería decirte que tienes algo maravilloso dentro y que lo canalices hacia algo bueno. Tampoco sé si yo me creo eso ya. Te estaría mintiendo a ti igual que me miento a mi misma. Porque la verdad de tus mentiras finalmente ha calado a través de los disfraces y ya no he podido ignorarla más. De todas formas, de qué vale escribirte. Si quién soy yo para decirte cómo debes vivir, qué es lo que tienes que hacer, cómo eres tú. Quién soy yo para decirte otra palabra. Después de todo lo que ya se ha dicho, después de todo el daño que se ha hecho.
Recuerdo que una vez me pediste un poema y un dibujo. Pensé en ponerlos en la carta. Quizás ese boceto que te hice, con las cosas que quedaron pendientes por hacer antes de perdernos escritas en el dorso. O quizás un dibujo nuevo, uno de verdad. Pero mirarte por mucho tiempo hace que me duela el estómago ahora. Y los poemas... Tengo algunos cuantos por aquí que son para ti, pero tampoco sería justo. Al fin y al cabo dicen más sobre mí que sobre ti y no me parece necesario hacer más daño.
No puedo evitar dejar la vía libre. Por si algún día se te ocurre que quizás podrías explicarme alguna de las cosas que pasan por tu mente. Supongo que siempre intentaré entenderte (es parte de tu encanto). No siempre.
Serás habitante de mis recuerdos y mi corazón. Sólo espero que dejes pronto de intentar tirar abajo las paredes y duermas.
(¿tiene esto algún sentido?)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Quisiera escribir sobre la tierra en mí, sobre la madre-mujer-creadora de todo en mí, recuerdos latentes que no son míos pero me pertenece...
-
Y quizás sea un favor. Porque ahora duele, pero no mata; porque te quiero, pero no te amo. Porque todavía no me he acostumbrado a verte ...
-
¿Es mejor huir o enfrentar los problemas? Yo siempre he sido mucho de huir, se me da muy bien hacerme la tonta, dejarlo pasar y hacer como...
-
Hubo un tiempo en que tus manos sostenían la materia